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Viernes, 16 de agosto de 2024

LA ORACIÓN

Lupo ∴
Viernes, 16 de agosto de 2024

LA ORACIÓN


Por: Lupo ∴

La oración, hilo conductor del Ritual de Emulación, teje un tapiz de espiritualidad y conexión divina en el núcleo de la masonería. Desde la solemne invocación al Gran Arquitecto del Universo al inicio de cada trabajo: "....invocamos vuestra ayuda....", hasta la profunda gratitud expresada al concluirlo: "...Expresamos nuestra gratitud al G.A.D.U. por los favores concebidos...". La oración impregna cada aspecto de nuestra experiencia masónica. Esta conexión con lo divino no solo nos brinda paz interior, sino que también nos inspira a vivir una vida más noble y significativa. Al elevar nuestras plegarias, reconocemos nuestra pequeñez ante la grandeza del universo y reafirmamos nuestra fe en un poder superior que guía nuestros pasos.

Un acto tan elemental como elevar una oración adquiere una dimensión profunda en el contexto de la logia. Al abrir los trabajos elevamos una oración para disponernos a la voluntad del Gran Arquitecto del Universo y al cerrar, para agradecer por permitirnos disfrutar de la faena; por su bondad y amor.

La oración de la apertura de los trabajos nos enseña que todas nuestras empresas son dedicadas a la Gloria y Honra del Gran Hacedor, inspiración divina que nos permite iniciar la jornada en paz, conducirla en orden y concluirla en armonía. La paz se construye gracias a la práctica de la tolerancia y el respeto al derecho ajeno, donde todos coincidamos sobre el nivel. El orden, se ejerce con la estricta observancia de las leyes divinas y terrenales como nos enseñan esas dos paralelas que nos marcan los límites de nuestra circunscripción y todo ello sin duda alguna, nos conlleva a la armonía anhelada que trae consigo satisfacción y alegría para nuestros corazones. 

Al concluir los trabajos y luego de haber actuado conforme a nuestros principios esenciales, solo queda agradecer al Altísimo por habernos dado una nueva oportunidad para reunirnos en su nombre, no sin antes pedirle que continúe adornando la Orden con todas las virtudes morales y sociales.

Más que un acto devocional, la oración es sin duda alguna el alfa y el omega de nuestras labores, que sobrepasa el hecho de pedir y agradecer, denota ese respeto y veneración que le debe una criatura a su creador, que no debe pronunciar su nombre en vano y en todo caso, dirigir sus intenciones para dedicar su vida a empresas dignas y justas.   

La Biblia, como fuente de inspiración y sabiduría, ha proporcionado numerosas referencias y enseñanzas que han enriquecido el ritual masónico, un ejemplo de ello está impreso en la explicación del Tracing Board del Primer Grado, en alusión a las razones de porque las logias están construidas sobre suelo sagrado, siendo una de ellas: "....Las oraciones hechas por el Rey David para aplacar la ira de Dios y detener la peste que asolaba a su pueblo...."; Igualmente en el sentido de la Regla de 24 pulgadas, donde se divide el tiempo de tal manera: "...parte en oración al Todopoderoso, parte para el trabajo y el descanso y parte para ayudar a un hermano en necesidad...".

Antes de lanzarse en el camino de la Iniciación, en dónde las pruebas a las que va a ser sometido no son más que símbolos, el Ritual de Emulación quiere que se realice una pregunta al candidato luego de ser sometido a la "Oración de Recepción": "cuándo os encontráis en dificultad y en peligro ¿En quién ponéis vuestra confianza?" La respuesta no deja lugar a dudas y la conclusión del Venerable Maestro aún menos: "el candidato ya se puede levantar", sabe dónde va y hacia dónde la Francmasonería le quiere conducir. 

Esa oración refleja un fuerte componente espiritual y religioso, con una clara invocación a la Deidad, denominada como el "Padre Todopoderoso del Universo". Esta creencia en un Ser Supremo, una fuente divina de la que todo proviene, es fundamental en la tradición masónica y se manifiesta en esta plegaria.

Uno de los elementos claves que se expresa en esa oración, es el deseo de que este nuevo miembro pueda dedicar su vida al servicio de lo divino y convertirse en un "hermano fiel y verdadero" dentro de la Orden. Esto refleja la creencia masónica en el desarrollo espiritual y moral del individuo a través de su pertenencia a la institución.

Tenemos una figura en Logia que en lo particular considero como uno de los cargos más hermosos ?me refiero al Capellán? y parte de sus tareas está en medir el pulso de la armonía de los trabajos, e intervenir con una oración cuándo la misma sea perturbada para lograr la serenidad en el ambiente. Normalmente juega un papel muy corto en las aperturas y cierres de los trabajos y aunque está allí sentado en silencio, es quien siente los latidos de la Logia gracias a esa vocación devocional.   

La Oración es una herramienta que nos permite desarrollar una conexión profunda con nuestras creencias, aumenta la conciencia espiritual, fomenta la humildad y crea en nosotros la fuerza de voluntad.  

Para nosotros los masones la palabra tiene mucho poder, puede ser esa espada desenvainada en defensa de la verdad y la buena reputación, pero también, la llave que abre las puertas a través de la manifestación. La oración, es esa libertad que tenemos para conectarnos con nuestro creador a través de la fe. Pedimos al Todopoderoso para así actuar en el plano de las realidades.     

Creo en la oración que nace del corazón más allá de un deber; creo en el poder que tiene por medio del justo (Santiago 5.15-16) y cuando nos unimos en cadena por sublimes propósitos; así como creo también, en la mano que se extiende para justificar el verbo.




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