Al parecer en idioma hebreo la palabra más frecuente, para designar al vino es: “ya-im” (jugo de uva con alcohol o vino capaz de embriagar).
La primera persona bíblica que produce vino es Noé (Génesis 9,18-27) En el Génesis 9-20 se relata: “Noé plantó la viña, bebió de su vino y se embriagó…”
En el Génesis 49 Jacobo bendice a sus hijos y muere; no sin antes, dirigiéndose a Judá, proclamar: “Hasta que venga aquel cuyo, ES, y a él darán obediencia los pueblos. Atará a la vid su pollino. A la vid generosa el hijo de la asna; lava en vino sus vestidos, y en la sangre de las uvas su ropa. Brillan por el vino sus ojos…”
El vino es el símbolo de vida, estar lleno de vino no es estar embriagado sino lleno de espíritu, lleno del UNO. En las tierras austeras de Galilea, Judea la Palestina e Israel actual la vid y el olivo crecían generosos. El vino según pasajes bíblicos representaría, además, la pérdida del control de las personas: se menciona en este libro que las hijas de LOT embriagarían a su padre para acostarse con este (Génesis 19.30-38). Puede interpretarse como: la abundancia de energía podría ser bien o mal empleada. El masón debe ser cuidadoso y evitar los vicios y la gula.
En Isaías 27:2 encontramos: “cantad a la viña hermanos. Yo Yahvé yo Jehová, yo Dios, la guardo, la riego a todas horas, para que no caiga su follaje, la guardo día y noche sin enojo, y que si salen cardos y zarzos, yo les haré la guerra y los quemaré a todos…” Podríamos hacer un paralelismo entre esa viña y nuestro taller. Nosotros, los Hermanos del taller, siempre debiéramos cuidar de nuestra “viña”, fuente inagotable del conocimiento y del amor. El vino que emana de los frutos cultivados con conocimiento y amor están representados por el trabajo de los aprendices y compañeros. La viña hay que cultivarla y cuidarla cada día.
CUIDEMOS EL TALLER.
Nuestra participación activa y generosa hará que esta “Viña” produzca buenos frutos. No obstante las vides crecen y con él las malas hiervas las que competirán con este por el agua y el sol, energía del universo. La producción caerá y las uvas darán vino de calidad inferior. Las malezas en nuestro “Viñedo” representan las contradicciones y posibles conflictos que surjan en nuestra mente y que perturben así nuestro espíritu.
Pero El AMOR entre nosotros hará que el Taller al igual que el viñedo produzca buenos frutos. La única herramienta que las combatirá es: EL AMOR que brota del G. A. D. U. y nos alimentará por siempre.
No obstante tened presente: las malezas en esta tierra son combatidas, pero nunca serán erradicadas. El bien y el mal difícilmente se separen, esta dualidad acompaña a los seres humanos en este mundo.
Detrás de la alegría que produce el beber el vino, en la próxima copa puede llegar el sexo exacerbado, la prostitución y la idolatría, Apocalipsis (14-8), Cántico de cánticos (5.1). El Ego exacerbado, el triunfalismo en los seres humanos hace que estos sean presa fácil de los vicios y de otros males.
“No plantes en tu viña una segunda simiente” (Deut 9) Mensaje este sabio, No pequemos de desmedida ambición y por ello esquilmemos nuestra tierra descuidando el cultivo que ella merece. “Cuando vendimies tu viña, no hagas en ella rebuscó o “ripaso”; déjalo para el extranjero, el huérfano y la viuda…“. Hermanos la tierra es del G. A. D. U. por Él nos fue otorgada, así como la vida, por lo tanto si bien tenemos derecho a recoger los frutos como resultado de nuestro esfuerzo, no todos ellos nos pertenecen. Nuestro esfuerzo requiere siempre del arduo trabajo o la condescendencia de otros que nos precedieron y de nuestros contemporáneos. Por consiguiente, no perfeccionamos nuestro espíritu si solo nos alimentamos de nuestro EGO. No seríamos dignos de ser hombres para la comunidad y menos aún de ser Masón.
“Cuando hubieres entrado en la tierra y plantaron vides, sus frutos los miraréis como circuncisos. Durante tres años serán para vos incircuncisos y no lo comeréis aún ya que no poseen la madurez y equilibrio perfecto. Al quinto año comeréis sus frutos” (Lév. 19, 23,25). Por lo que el mejor vino no es el obtenido de la primera añada, la planta de vid necesita tiempo para robustecer. Las vides deberán engrosar su tronco y profundizar sus raíces en el suelo y ser parte armónica de su ecosistema.
Los Hermanos masones necesitamos, al igual que la vid, madurar en nuestro taller, incrementar nuestro conocimiento y profundizar nuestro compromiso con nosotros mismos. Al quinto año también podremos en todo caso, los masones, estar prontos para comenzar a ofrecer nuestro mejor vino a nuestros Hermanos.
Todos nos preguntamos el porqué de la presencia en la Biblia del vino, igualmente en el Talmud además del agua y el pan y con tantas referencias.
Noé cargó en su Arca una planta de vid el Señor así se lo ordenó.
“Cuando Dios creó al hombre y lo colocó en la tierra, la vid el agua y el trigo ya existían.”
La vida terrenal en el antiguo mundo profano era una realidad. Pero la vida podríamos decir existió siempre, nunca tuvo principio. La vida es UNA y es eterna.
Y Si; tuvo un principio nuestro Hombre, quien le dio nombre a las cosas materiales; un fin y un lugar. Como aconteció con la viña y el vino. Nuestro hombre socializa el vino al compartirlo con sus pares. Cuando el vino se comparte es alimento y produce bienestar y a veces alegría. Cuando no se comparte, cuando se bebe egoístamente se embriaga y se torna insano y peligroso para quien lo bebe y para la sociedad.
El vino considerado en la Biblia símbolo de vida, el embriagarse perseguiría la plenitud de vida (Proverbios 32.6).
Como Nace el Vino: La planta de vid clava sus raíces en el vientre de la tierra, como el germen de la vida se instala en el de la madre Divina. De ella extrae el agua elemento vital de los seres vivos. El calor y la luz del Universo que nos brinda el G. A. D. U. hacen que la planta crezca a partir de la simiente y despliegue su pecho bordado de hojas exponiéndose, a este calor, a esta luz cargada de energía para depurar el aire que respiramos de CO2 y devolvernos el oxígeno para así poder respirar vida.
Como resultado de esta unión en trilogía AIRE, AGUA Y ENERGÍA (la luz, el fuego eterno) nacen los racimos de uva y dentro de ellos las semillas para perpetuar la especie, al igual que nace el Hombre del vientre de su madre para perpetuarse a sí mismo en este mundo profano. Pero la vida de la que hablamos aquí es la vida espiritual. Al igual que nacen las cepas de vid para formar un viñedo, en cada iniciación nace un hombre nuevo en el viñedo del taller. Recordemos estos elementos desde nuestra iniciación: agua, aire, fuego (representa la energía)
Así como nace el Hombre por un hecho natural así nace el Vino. Basta exprimir las bayas entre nuestras manos en un recipiente cualquiera para que el jugo fermente por la acción de las levaduras que aparecen espontáneamente en la piel de las uvas. Así también nace el pan de las semillas del trigo o cebada que vienen del campo, resquebrajadas luego por el hombre, para transformarse en harina. Y de la harina y el agua con la acción de las levaduras naturales, la masa cruda para que el calor de la roca le transforme en pan.
Es por ello, quizás, que Cristo representase con el vino, su sangre y su cuerpo con el “pan”, ambos símbolos naturales de vida que nacieron en este mundo, viniendo directamente del G.A.D.U.
El pan es alimento básico constituido por una masa de harina y agua, a veces fermentada, cocida al horno. El pan era parte importante del alimento de judíos y otros pueblos de la antigüedad. (En hebreo lé-jem en griego artos).
La palabra “pan“es utilizada muchas veces en la Biblia y aun hoy día en el lenguaje popular para referirse al alimento en general, Génesis: 3-19. Que la palabra del os Hermanos se transforme siempre en el “pan”, que alimente siempre nuestro espíritu. Cristo al expresar: “Yo soy el pan de la vida”, se refería a que si alguien come de ese pan viviría para siempre. Si alguien se alimenta de sus enseñanzas, en definitiva del AMOR UNIVERSAL e INFINITO recibirá el pan que alimente su espíritu y le guíe a la perfección y a la virtuosidad y por tanto a la vida espiritual eterna.
El vino es para compartir, porque proviene del G. A. D. U. quién está en todo y todos y porque es un ser vivo, se cultiva en comunidad y porque se planta para hoy y para los que vendrán luego, siendo así el cultivo más socializante de los medios de producción. Porque donde se cultiva la vid y se hace vino “NO SE HACE LA GUERRA”.
Así “EL VINO ES AMOR” Las uvas, el higo, el trigo y el fruto del olivo, crecían en las tierras infértiles y eran los alimentos básicos de los pueblos, el vino avinagrado era también el medicamento que ingerían los guerreros de la época antigua para prevenir algunas enfermedades. El vino representa la sangre, la que transporta oxígeno, llevando vida a todos nuestros órganos vitales haciendo posible que nuestra mente inteligente se conecte con nuestro YO interior.
Es importante mencionar que en los últimos 20 años se está desarrollando con fuerza la vitivinicultura biodinámica El ocultista alemán Rudolf Steiner (1861-1925) desarrolla el concepto de la existencia de una íntima relación entre el Hombre la Tierra y la fuerzas Cósmicas, unidas por la energía universal. Steiner se basa sobre el hecho de que el mundo agrícola es una suerte de organismo donde actúan de manera integrada y complementaria el sistema mineral, vegetal y animal regidos por las fuerzas cósmicas y espirituales. A nuestro juicio no existiría la invención sino el despertar, el descubrir.
Si el vino se bebe en exceso no se está compartiendo y cuando el sexo entre dos seres es agresión y perversidad sucede que se maltrata al otro y así mismo